El principio de la división social del trabajo tiene una expresión clara del modum y el quantum de las potencialidades de la comunicativas de los individuos de acuerdo con su pertenencia a determinada clase, etnia, género, nacionalidad.
Lo que fue originalmente una conquista del hombre genérico para satisfacer su necesidad de relación comunicativa se ha convertido en su propia ruina cuando sólo determinados hombres particulares tienen acceso a y pueden hacer uso de esos productos simbólicos: palabra oral, escritura, el arte en general, etcétera.
La organización social y el modum y el quantum de la comunicación de los individuos, se empieza a plasmar en los esquemas teóricos. En este sentido, el viejo esquema de Aristóteles, producto de su espacio y tiempo, consagra ya la tarea de cada uno de los polos del proceso: el orador habla, el auditorio escucha y en el centro, el discurso en el que el primero plasma su mundo( ideas, sentimientos, expectativas, etc..)
Harold D Laswell plantea en su esquema (quién-dice qué- porqué canal-a quién- con qué efectos) en consonancia con la realidad sociohistórica de su momento. en esa simplicidad mecanicista se encierra la pretensión intencionada de congelar el proceso (alguien dice algo a alguien) para que la dominación actúe. de todas maneras, la simple presentación del esquema refleja la forma de organización de la sociedad desde donde se plantea y el modum y el quantum de comunicación que en ella predominan.
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